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EL RINCÓN DEL MITO

KEMONOZUME 6,6 (REGULAR)

<B><FONT Color="#00009C"><font size=+2>KEMONOZUME</font></font><FONT Color="#00009C"><font size=+4> 6,6 </font></font><FONT Color="#00009C"><font size=-1>(REGULAR)</font></font></B> "El argumento pseudo-amoroso eternamente repetido en multitud de obras que impulsa a dos amantes pertenecientes a mundos irreconciliables a una eterna huida para preservar su amor. Luchando contra las tradiciones, sus familias, bla, bla ... ¿Que qué hay de original en esto? ¡Joder!... Son japoneses..."


"AMOR A KATANA-ROPA"

by Metalchuan

En realidad si no has leído nada sobre este título antes y te pasa como a mi que lo encaras de primera mano, a ver que te encuentras, puede acabar pasando que la decepción final por encontrarte con “otra cosa” supere a las expectativas iniciales...

En cierta ocasión escuche a alguien asegurar sin reparos que si tienes talento puedes hacer cualquier cosa bien. Eso evidentemente es una soberana estupidez, pero sí es verdad que con empeño y buen gusto todo el mundo puede acabar haciendo un producto decente. La mezcla de géneros en este caso puede no ser un caldo de cultivo demasiado aconsejable para este tipo de personas que se arriesgan con algo que no dominan del todo...

¿Un ejemplo explosivo? Amor y violencia... Buffff...

Para encargarse de una cosa así hay que ser un tipo cauto (y digo tipo porque no conozco ninguna tipa que haya sido capaz de hacer una obra que mezcle ambas) y conseguir un equilibrio argumental con una estabilidad a prueba de tsunamis... si no, te comerás la mierda de manera estrepitosa y tu querido nombre aparecerá vinculado a bazofias que afectarán negativamente a tu currículo vitae de por vida.

Kemonozume se atreve por enésima vez a contar la historia de dos enamorados huyendo por salvar su amor de quienes intentan separarlos, (aceptamos en el lote fugitivos varios o policías con crios de la mano) aunque aquí se juega con variantes originales: (“Mode” Japonés Estándar de Inclusión de Tópicos) Él es un samurai moderno encargado de matar demonios y ella es una come- carne (de personas) que cuando se pone caliente (en el sentido literal del término) se descontrola convirtiéndose en un critter de dos metros con unas garras que ríete tu de los bichos de Jurassic park... Espléndido

Evidentemente como al tipo le va más el mambo que a un bobo una piruleta, desafía sus tradiciones, huye con la golfa y se juega el culo en cada “arrejuntamiento sabanil” de forma considerable... ¿Merece esto la pena por algún lado?... bueno, también pasan otras cosas... no muchas.. esteee... decidid vosotros mismos...


Dibujos:

Este apartado es una autentica gozada. Ni diseños elegantes, ni estructuras grandilocuentes, ni formas esculturales. No veremos tratamientos de sombras impactantes ni colorido que derrita nuestras retinas. Ni siquiera un ápice de los sinuosos e irresistibles trazos a los que nos tiene acostumbrados el arte nipón.

Kemonozume posee una tarjeta de presentación pocas veces vista antes (en manga ahora mismo solo se me ocurre compararlo con la sublime tomadura de pelo que fue Blame!, pero aún mas caótica, si cabe). Su mérito consiste en contar de forma genial todo lo que ocurre a base de trazos imposibles, rostros a base de 4 líneas mal contadas y cuerpos deformados con decorados repletos de garabatos aparentemente casuales y caóticos.

Y digo aparentemente porque a nadie se le pasa por alto que los responsables de este apartado son putos genios que saben lo que se hacen. Esto no es un concurso de comics amateur nacional. Aquí los garabatos están bien hechos por profesionales que consiguen crear escenas sorprendentes y originales con una visión realmente innovadora y creíble a base de personajes que parecen poco mas que bocetos sin concluir.

Otra muestra de lo trasgresor de su apuesta es la de incluir imágenes reales dentro de alguna escena en concreto. Fusionándolas torpemente con el conjunto en forma de paisajes, comida o incluso imágenes o movimientos de auténticos actores, en ocasiones incluso nos toman el pelo ridiculizarse a si mismos, pintando de forma alocada los bordes de alguno de ellos intentando torpemente que el recurso parezca menos evidente.

Es posible que no todo el mundo compute con ello porque en ocasiones es un conjunto difícil de asimilar, pero cada escena es una pequeña obra de arte que al menos a nadie dejará indiferente. Un gran trabajo con el que deleitarse continuamente durante todo el trascurso de la obra.


Animación:

Quizá en parte por lo extremadamente sencillo del diseño de los personajes que vemos moverse en pantalla, este campo puede dar la apariencia de ser algo aparatoso, tosco y caótico. Si ya puede en ocasiones hacerse difícil conseguir discernir una silueta mas o menos tangible en algunos momentos, los cambios de estado o tamaño de los monigotes (creedme que es un termino adecuado) y su total libertad para desafiar las leyes de la proporción en las formas en pos de la estética más trasgresora posible, podrían ser un despropósito estrepitoso. Pero no ocurre así. De la misma forma que sucede con la parte grafica, nada se deja al azar. Los movimientos son alocados, es cierto, pero en ningún momento se pierde la visión de lo que esta ocurriendo delante nuestro por mucho que los trazos vuelen a su antojo absolutamente desatados.

Es más, alguna secuencia es una absoluta locura en cuanto a situaciones inverosímiles que va incluyendo sobre la marcha pifiadas mentales varias a su antojo y consigue incluso con ese handicap, que podamos seguir loS acontecimientos sin inmutarnos lo mas mínimo al fusionarlo todo de tal forma que parece algo completamente normal dentro de un contexto tan absolutamente demencial.

Los ( pocos ) combates a los que asistiremos dan el pego con movimientos creíbles y se hacen realmente entretenidos... Ver trocearse por secciones a un comedor de carne momentos antes de estrellarse contra el suelo como colofón final de alguno de ellos, es un buen ejemplo de lo que podremos disfrutar, eso sí, con cuentagotas...


Música:

Pobreza general en esta ocasión. Pasando inicialmente por un Opening con un estribillo rallante donde los haya, y que nos obligará a obviarlo desde el segundo capitulo, el resto del apartado se compone de piezas muy normalitas en cuanto a calidad que se repiten incesantemente y que no llegan a llamar la atención en ningún momento , ni siquiera prestándoles una atención forzada. De pena.


Argumento:

Decía al comienzo del articulo que si no has visto por ejemplo, un articulo como este que te de una sinopsis relativa de lo que te puedes encontrar, puede haber cierto desengaño en cuanto a lo que argumentalmente nos ofrece finalmente la serie.

En la primera etapa del capitulo inicial se nos muestra una trama que relaciona durante años una sagrada estirpe de guerreros en su eterna cruzada por exterminar a unos demonios con forma humana que cuando se descontrolan asesinan sin compasión todo lo que pillan por banda... De hecho enseguida se nos mete en el ajo situando la acción en una de esas cazas habituales de demonios, mostrándonos una serie de secuencias de crudeza y brutalidad relativamente altas... Las esperanzas de que el tema se desarrolle con calidad comienzan a cuajarse reales cuando, rato después, vemos el entrenamiento de uno de los principales protagonistas en su camino hacia la perfección de su técnica milenaria-mata-bichos mientras que otro de ellos defiende el uso de las nuevas tecnologías para lograr su objetivo...

¡Perfecto! No es para nada algo original, pero ya de por si el concepto artístico tenia novedades notables de sobra como para convertir a kemonozume en algo original pese a lo casto de su apuesta argumental...

Pero no tardan en aparecer las contradicciones: el mismo tipo que momentos antes se dejaba la piel en el manejo de la katana, se pilla hasta las trancas de una rubia come personas y decide mandar al carajo todo su legado con tal de vivir su alocada historia de amor juvenil en santa paz...

No esta mal... no es mal resultado... ¡TAMBIEN ES VERDAD QUE NO ES BUENO!

La serie de sucesos que se desarrollarán tras este lapsus inicial absolutamente desconcertante, seguirán los mismos tópicos: historias de relleno que se copian entre si, narraciones de un pasado incomprensible que tardarán bastante tiempo en tener sentido, interminables paseos con conversaciones entre enamorados, y escenas de cama a lo instinto básico con duraciones variables, en distintos decorados...

Solo en los retazos finales se sigue un hilo con sentido: un objetivo, unos personajes con la intención de cumplirlos, unos acontecimientos relacionados y una conclusión.... hasta que esto ocurra habrá que lidiar con momentos difíciles, sazonados con algún detalle hilarante y otros de autentica estupidez...


Adicción:

Conociendo de antemano que en los retazos finales la cosa mejora, se sobrelleva mejor el hecho de pasar por los sinsabores de algún momento concreto. Ayudados por la interesantísima parte gráfica que ayuda con mucho a retomar con energías renovadas cada capitulo, con las escasas partes violentas correctamente modeladas y la parte amorosa mezclando ternura juvenil y peligrosas consecuencias en cada sobeteo de los protagonistas, cada cual encontrará un motivo por el que le merezca la pena concluir la serie... al fin y al cabo tampoco es excesivamente extensa...


Mito:

Kemonozume nunca pasará a las historia como algo notable en su conjunto. En realidad su mayor mérito reside en lo innovador de su apuesta estética y su total falta de barreras a la hora de contar lo que le da la gana, de la forma que apetece a sus creadores. Su argumento esta trillado al máximo y en ningún momento superará unas expectativas razonables de sorprender ni siquiera cuando, en su apoteosis en pos de la conclusión de la obra , la imaginación de los autores se desborde y todo lo que ocurra entonces deberá ser asimilado bajo un prisma absolutamente tolerante.

En cualquier caso, quienes quieran asistir a una tormentosa relación sentimental entre dos enamorados enzarzados en una lucha contra quienes intentan impedirles consumarla, al tiempo que buscan formas originales de consumar el acto amatorio sin poner en peligro la integridad de uno de ellos, encontrarán en kemonozume una pequeña obra maestra de la libertad creativa, en la que tienen cabida arrumacos varios, demonios calentorros, conspiraciones siniestras, celos y criaturas imposibles cuya particular mezcolanza permitirá disfrutar a unos con su locura y a otros buscar rápidamente algo menos influenciado por la paranoia incontrolable de estos genios de ojos rasgados...


Lo mejor:

Innovadora apuesta gráfica.

Animación bien trabajada.

Argumentalmente mejora mucho en los retazos finales.


Lo peor:

Repetición excesiva de tópicos durante el trascurso de la serie.

Parte musical bastante pobre.

Los capítulos iniciales son lentos y muchas veces con partes que no parecen tener relación con la historia.


Metalchuan

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